Hace
apenas 5 meses que se creó la Despensa Solidaria Fleming con dos objetivos
primordiales: abastecer de comida y ropa a familias que sufren las
consecuencias lógicas de la crisis capitalista; y aunar a los distintos movimientos
sociales, individualidades y familias en este ambicioso proyecto político que
señala al capitalismo como culpable de la pobreza en nuestros barrios.
La
idea de crear este proyecto vino determinada por unas condiciones que,
considerábamos, no beneficiaban de ninguna manera a las familias más
perjudicadas por la crisis (un banco de alimentos sólo para españoles, dirigido
por el partido de corte fascista España2000; distintas plataformas u ONGs que a
pesar de resolver las necesidades urgentes de las familias no señalan a los
culpables, no llevan a cabo una lucha consecuente contra el sistema que crea
las desigualdades y la pobreza; y un ayuntamiento incapaz de atender las
necesidades del pueblo al que gobierna), por lo que se puso en pie un proyecto
destinado a concienciar a las familias a través de un mensaje político que
explique la causa de su situación socio-económica, a la par que se cubrían sus
necesidades básicas.
El
trabajo llevado a cabo por todxs lxs miembros fue bastante loable. Unidad, trabajo
y compromiso nos describían a todxs. Pero, como lleva sucediendo bastante
tiempo en distintos puntos del estado, los intereses individuales y/o
partidistas de cierto sector empezaron a primar ante el interés y las
decisiones colectivas.
Desde
un primer momento, la UJCE de Coslada-San Fernando tenía como objetivo montar
una Red de Solidaridad Popular (RSP) con las fuerzas que componían la Despensa.
Tras el fracaso de su sutil intento emplearon otras tácticas. Intentaron
instrumentalizar la Despensa para colgarse la medalla y sacar rédito político
para su partido “SomosCoslada” (cabe destacar que esto no es una crítica a
SomosCoslada sino a lxs militantes de UJCE que componen este partido;
reconocemos la honradez y el trabajo de lxs miembros de este partido), y
emplearon el “juego sucio” de la política, en vez de ganar posiciones mediante
el discurso y el trabajo, se dedicaron a hablar a las espaldas, a poner a la
gente en contra de quienes nos oponíamos a los intereses “chiringuitistas” que
les caracterizan. En poco tiempo se podía destacar el “petit comité” que
actuaba y decidía de forma extraasamblearia, traicionando la horizontalidad, la
solidaridad y el respeto mutuo. Sin tratarlo y debatirlo en asamblea, el texto
político que distinguía a la Despensa del resto de entidades caritativas fue
eliminado, sustituyéndolo por uno muy similar a los publicados por la RSP. Se
expulsó a personas que no caían bien sin hablarlo en asamblea y, para colmo, se
obligó a una de las compañeras
activas en la despensa así como en la PAH coslada-sanfer a abandonar la Despensa tras
un acoso lleno de insultos y de superioridad de género.
Tras
haberse desarrollado tanto las contradicciones internas, propusimos en una
asamblea llevar críticas y autocríticas a la próxima, llevar propuestas de
funcionamiento interno, dinámicas de trabajo, etc. Al llegar a la siguiente
asamblea nos encontramos con una propuesta de expulsión de todxs lxs miembros
del Colectivo Obrero del Este, con la aprobación de lxs usuarixs que apenas nos
conocían debido a su falta de trabajo, y de lxs que habían podido comprobar
nuestro compromiso con las familias y con el proyecto.
Esa
misma tarde se anunció la creación de la RSP de Coslada-San Fernando.
Con
esta crónica queremos señalar a los elementos que día tras día traicionan a
nuestra clase, a las familias que buscan soluciones en los movimientos sociales
y políticos. Estos elementos sólo saben dividir al movimiento, engañar a las
masas y actuar en beneficio de los intereses de su partido. No colaboraremos
con esta RSP por eso mismo. Y así mismo informamos de la idea que tenemos en
mente de un proyecto político y solidario que cuente con la voz y el voto de
los movimientos sociales y que atienda a las necesidades de lxs trabajadorxs de
Coslada y San Fernando.
Frente al capital, solidaridad obrera
Que viva la lucha de la clase obrera