lunes, 4 de mayo de 2015

Despensa Solidaria Fleming

Más de un mes ha pasado desde la creación de la Despensa Solidaria Fleming. En este tiempo todos los miembros hemos trabajado duro y ya hemos conseguido que 7 familias participen activamente en esta ambiciosa iniciativa. Este proyecto político buscaba aunar a los movimientos sociales del barrio, tales como la PAH, la Asamblea de Parados o el 15M ente otros, en torno a unos objetivos comunes cuyo eje principal es la recogida de alimentos para que todas aquellas personas que sufren el capitalismo más salvaje de la forma más impetuosa puedan ver sus necesidades básicas cubiertas. Se eligió la AAVV Fleming como el centro logístico de la Despensa, así como el lugar de las asambleas, por su larga trayectoria de lucha social en Coslada que sin lugar a dudas constituye un ejemplo a seguir. 
Es una realidad que en todos nuestros barrios, nuestros distritos y nuestras ciudades hay hambre. Solo que es una realidad silenciada, obviada por las instituciones y el Estado, en consonancia con los medios de comunicación. Pero no debemos entender el hambre como algo aislado, sino como algo en primer lugar interrelacionado con otros hechos como los desahucios, el desempleo, la pobreza energética, las pésimas condiciones laborales, y un largo etcétera. Y todo ello, en última instancia, como productos lógicos del modo de producción capitalista incapaz de encubrir sus crisis de sobreproducción cíclicas y que poco a poco sucumbe a las contradicciones inherentes a él, que encuentran su máxima expresión en el carácter social de la producción y la forma capitalista privada de apropiarse el producto del trabajo. 
Todas estas personas que día tras día ven pisoteados los mal llamados “derechos fundamentales” de la Constitución, responden a una identidad común que a nuestro juicio debemos subrayar e incidir una y otra vez: no tienen ninguna forma de producción de dinero, tan solo cuentan con su fuerza de trabajo que ponen al servicio de aquellos que si la tienen, para poder vivir. Esta identidad común se manifiesta de muchas maneras, bajo la forma de esclavitud asalariada o de desocupación por ejemplo. Desde nuestro colectivo, como jóvenes revolucionarias que aspiran a transformar su realidad y que son conscientes del deber generacional que tienen, trabajaremos de forma constante recogiendo alimentos, realizando charlas, visualizando documentales, y desarrollando diversos talleres, codo con codo con los sectores populares dentro la Despensa Solidaria Fleming para crear un tejido social que a medio y largo plazo reporte en nuestro propio beneficio, en el de la clase obrera. Es necesario entender que las instituciones burguesas no van a dar soluciones a ninguno de los problemas que se viven en los barrios diariamente, y que el trabajo organizado puede otorgar la autonomía suficiente para dar respuesta a los problemas más urgentes de la clase obrera. La participación activa en las recogidas y en otras actividades de la Despensa y la no discriminación por cuestión de raza, etnia o nacionalidad es ineludible para no caer en el asistencialismo reaccionario que caracteriza a otras estructuras que ya existen en el barrio. La solidaridad consecuente debe tener el matiz político que tergiversan y eliminan las organizaciones caritativas y racistas.
¡Constancia y trabajo diario!
¡Nativa o extranjera la misma clase obrera!

¡Viva la lucha de la clase obrera!